6/20/2010

UN MODERNO CUENTO DE HADAS...

Desde que se anunció que la Princesa Heredera Victoria y el Sr. Daniel Westling se habían comprometido el 24 de febrero de 2009, Suecia se ha preparado para su boda. En los medios hay una vasta cobertura que también refleja la discusión que ha surgido acerca del funcionamiento de la monarquía.

Sin embargo la Monarquía en Suecia se convierte en un símbolo nacional, equiparable a la Bandera al Himno nacional y a el Escudo oficial, recordemos que dentro del estudio de la Imagen Pública el conocimiento de signos y símbolos es importante, en este caso los súbditos de Suecia sienten a la Monarquía como un elemento de Identidad Nacional, que debe de ser respetado y preservado. La Monarquía, no es impedimento para que Suecia sea una nación que esta abierta al progreso constante y a la modernización; esta a la vanguardia en tecnología, y muchos otros campos, sin embargo es uno de los países que permitieron por primera vez en el Mundo los matrinonios de personas del mismo sexo, tanto la ley civil como la ley de la Iglesia Luterana sueca que es la religión nacional del Estado sueco. En Suecia convive la tradición con la modernidad.

La monarquía en Suecia es una de los menos de treinta monarquías en el mundo. La casa real no ejerce poder político, sin embargo tiene un impacto simbólico importante. Con los años, se ha ido transformando en una monarquía contemporánea que sigue el desarrollo de la sociedad sueca. El Rey actual de Suecia, Carl XVI Gustav, es miembro de la familia Bernadotte. La familia real tiene tres hijos: la Princesa Heredera Victoria, el Príncipe Carl Philip y la Princesa Madeleine. Antes, Suecia se regía por la sucesión masculina al trono. Esa legislación se modernizó en 1980, a fin de posibilitar que la Princesa Victoria, la primogénita de la pareja real, fuera la futura reina. Ahora cuando se acerca la boda, en los medios de Suecia es posible seguir una discusión acerca de la monarquía. Según las encuestas, entre 70 y 80% de los suecos quieren conservar la monarquía. En los medios, se aborda el tema del entusiasmo por la monarquía en una democracia parlamentaria. Mattias Frihammar, etnólogo de la Universidad de Estocolmo, comenta: “Una de las principales razones del fuerte apoyo a la monarquía es todo lo que en la sociedad sueca la presume y la confirma: por ejemplo el retrato del rey en estampillas y monedas y hasta el mismo castillo en el centro de Estocolmo que se presenta como atracción turística. Todo eso son hechos cotidianos y banales, sin embargo ejercen como propaganda permanente.” Muchos alegan que la elección de la Princesa Heredera Victoria, casarse con una persona de clase media, ayuda a que los suecos se identifiquen con la monarquía actual. Dicen que el resultado de llevar a cabo el equilibrio entre la exclusividad real y lo cotidiano popular, explica la popularidad de la casa real en Suecia.

Esta Boda Real es una historia digna de contar no sólo para el pueblo de Suecia, sino el Mundo en general, es un cuento de hadas que narra la boda entre una princesa que en un futuro será la Reina de Suecia y un hombre de la clase media; muy diferente al cuento tradicional, pero a la vez semejante a la historia de Grace Kelly y el Principe de Monaco. Hubiera sido una excelente idea celebrar la boda pasando la fiebre mundialista -o antes-, y así poder captar mayor atención del público externo a Suecia.

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