6/12/2010

"ARDIENTE CAÑAVERAL"- ARTURO ORTEGA BLAKE-


“La mayor parte de las decisiones las hacemos en base a lo que vemos” reza uno de los trece axiomas del estudio de la Imagen, y es que ya se ha demostrado que el sentido de la vista es el que mayor número de conexiones nerviosas tiene con relación al cerebro… En el caso de el trabajo de diseño editorial y de las artes gráficas y visuales es importante el diseño de una portada coherente con la obra literaria, fonográfica y/o videografía; muchos consumidores toman la decisión de comprar o no comprar un producto en base a la portada y si esta es coherente con el trabajo, es un factor de éxito en la obra. Este comentario es un excelente preámbulo en el mas reciente libro de Arturo Ortega Blake, “ARDIENTE CAÑAVERAL” que comenzando por el titulo y la portada hay una coherencia en todo el producto; esperemos que esta portada no sea modificada en posteriores ediciones, pues otros libros de Arturo en tirajes posteriores han sufrido cambio de portada que no guardan ninguna relación con el producto; “La mente rechaza todo aquello que no tiene coherencia”.

Esta Novela pone de manifiesto la versatilidad de Arturo, pues el estilo es completamente diferente a trabajos previos; sino es porque su nombre aparece en la portada, juraría que se trata de un autor diferente; una novela en un lenguaje directo, sencillo, picaresco e irónico en un contexto donde la nota roja y el pesimismo han inundado los medios de comunicación, esta historia es un oasis de reposo entre tantas noticias nacionales e internacionales que deprimen al público.
Esta ficción se desarrolla en un poblado del Golfo de México, quizá en el Estado de Veracruz, aunque Cañaveral puede existir a lo largo y ancho de la geografía nacional, pues cuenta con una estación de radio comunitaria, donde el locutor Julio Hoyos juega un papel preponderante en la sociedad cañaveralense;en la que los valores tradicionales como el honor del Macho son parte de las costumbres que se vuelven leyes.

El símbolo de estas costumbres es Jacobo Qimbayo, quien bien pudo haber sido encarnado por Fernando Soler si se hubiera hecho una película de la misma en el cine nacional en su época de oro; a lo largo de la narración se juega con dos elementos duales: Eros (amor- sexo), Tanatos (muerte- violencia); hay una escena en la novela que narra un encuentro sexual en el lodo, tener relaciones sexo genitales en pleno baño de lodo con peligro de resbalar y ser devorado por el fango, esto es un claro ejemplo del planteamiento psicoanalítico de Eros-Tanatos; juego de los principios que rigen la vida del ser vivo racional.

Surgen personajes y escenas como Pascual Montero un inmigrante español que se muestra fetichista y obsesionado por la lujuria, de hecho su amigo y socio Quimbayo quiere morir en los brazos de una teibolera como un homenaje al macho que simboliza.

Gina Pérez es un personaje que al principio es obscuro y de pronto se convierte en principal a la mitad de la narración, Gina es el culto a la virginidad con su dicotomía, pues es asediada para ser “instruida” en las artes amatorias, sin embargo ella misma es provocativa, quiere despertar pasiones y una vez despertadas alejarse y dejar picado a aquel que ha seducido.

Jacobo Quimbayo refleja algo que tenemos todos los mexicanos; el auto sabotaje; una vez que esta a punto de lograr su objetivo el mismo se siente inseguro y se pone así mismo obstáculos, esto es uno de los elementos que nos lleva al desenlace inesperado, impredecible que tiene la historia y que hace que sea atractiva; ya conocemos el estilo de Arturo que es escribir paralelamente dos historias, unirlas y finalmente darnos un final inesperado, pues no solo es la historia machista de Qimbayo, sino al mismo tiempo la investigación de un crimen, que finalmente se liga con la historia principal.

Solo un comentario para Arturo: siendo un intelectual defensor de México, sus costumbres, su legado y sobre todo que cuida la propiedad del idioma español como lengua nacional de México, en materia de criminología y criminalística lo correcto es decir “Lugar de los hechos” en vez de “Escena del crimen”, este último es un termino del sistema jurídico anglosajón- estadounidense que nos ha sido implantado en nuestra mente gracias a series policiacas del vecino país; esperemos que en posteriores re ediciones esto si sea corregido en vez de la portada.

Finalmente Arturo Ortega Blake, es un autor exitoso que logra intuir lo que el público quiere leer; vender dos mil ejemplares de una novela en México, donde la lectura per capita es de medio libro anual, es comparable a las ventas de platino que pueda hacer cualquier interprete de música grupera por ventas industriales de CDs; esto sin tomar en cuenta las traducciones que ya se han hecho de su obra a otras lenguas tan disímbolas como el polaco.

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