7/11/2015

EL HOMBRE QUE NO EXISTIÓ

Francisco Zamudio es un afamado periodista especializado en Rock, quien cuenta ya con cierto prestigio en el difícil mundo de informar de manera oportuna y veraz sobre acontecimientos relativos al Mundo del Rock en sus diversas facetas.
En una de tantas ocasiones que nos encontramos, mutuamente comentábamos la crisis que vive actualmente la prensa escrita no sólo especializada en el Rock, sino en todas las materias; se ha vuelto "cómodo" el bajar y consultar en internet la información; incluso en el terreno académico algunos tesistas citan direcciones de internet como fuente de información, sin embargo, Zamudio comenta que a futuro vendrá un "apagón virtual" esto debido a que los sitios de internet desaparecen con el tiempo y al mismo tiempo la información que ahí contiene; mientras que la prensa escrita en periódicos, revistas así como los libros, pueden permanecer para la posteridad y ser consultada.
El libro impreso tiene esta fortaleza ante el internet y el libro virtual.
Sin embargo el llamado apagón virtual abarca a otras áreas de la vida diaria, lo cual nos debe hacer reflexionar en el uso de los medios "tradicionales" de información y/o comunicación y a continuación un claro ejemplo:
Un desempleado se presenta en Microsoft para cubrir la vacante de limpiador de baños. El jefe de personal lo entrevista y al final le informa:
-El empleo es suyo. Por favor, deme su dirección de correo electrónico para que podamos informarle qué día empezará a trabajar.
El desempleado, con vergüenza, confiesa que no tiene computadora, menos dirección de correo electrónico.
-Si no tiene dirección electrónica entonces usted virtualmente no existe. Y si usted no existe entonces no puede trabajar en nuestra empresa -le dice el jefe de personal.
El hombre desesperado, se retira. Entonces con sus últimos cien pesos compra diez kilos de fruta y empieza a venderla de puerta en puerta. En dos horas recupera el dinero invertido más doscientos pesos de ganancia,y como aún es temprano repite, en el día, la misma operación tres veces más.
Descubre que esto es un buen negocio y el día siguiente se levanta más temprano y compra una moto para reparto, después un auto y mas tarde un camión, termina teniendo una empresa de reparto a domicilio.
Cinco años más tarde es el dueño de una de las empresas alimenticias más grande del país. Empieza a pensar en su vejez y en contratar un seguro de retiro. Encuentra una propuesta que lo convence y el agente de la compañía de seguros le pide su dirección electrónica.
-Lamentablemente yo no tengo e-mail -dice el ahora empresario.
-Es increíble -se sorprende el agente-. Creó su imperio en cinco años y no tiene correo electrónico... ¡Imagine a dónde hubiera llegado si lo tuviera!
Y contesta el hombre:

-¡Estaría limpiando baños en Microsoft!

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