7/06/2010

IMAGEN INTELECTUAL

Sólo lo vi un par de veces en mi vida, por lo tanto no puedo presumir que lo conocí mucho; menos decir que fui su amigo como tal, pues el contacto que tuvieron mis cinco sentidos con él, fue fugaz, sin embargo fue de esos contactos de tercer tipo que dejan huella muy profunda.

La primera vez que lo vi cerca, estaba ante mi un hombre común y corriente en apariencia; con una cabellera alborotada, enfundado en un sweater que le daba un cierto aire de romanticismo y pantalón estilo natural, lentes que le daban un aire de sapiencia, sencillo en su trato a pesar de su grandeza intelectual; usaba el metro o bien taxi para trasladarse a los diversos actos públicos a los que era invitado, no tenía automóvil propio y hasta donde tengo entendido no sabía manejar; llegó a pie al Colegio de Consultores en Imagen Pública a recibir su reconocimiento que le otorgaba la votación de un cuerpo colegiado a la mejor Imagen Intelectual, fue todo un acontecimiento para los ahí reunidos.

El reconocimiento que le otorgó la Institución académica ya mencionada fue recibido con entusiasmo por Monsivais y es que uno de los factores que influyo en dicha decisión entre el jurado, fue precisamente que era reconocido por todo el Mundo; por diversos públicos, es tal vez el intelectual mas famoso de México; en un país donde “la cultura se persigue de oficio” y la lectura goza por su ausencia, Carlos Monsivais es identificado de inmediato por el pueblo.

En cualquier medio visual, audio visual donde se presentará no necesitaba presentación, como bien lo definió un maestro mío: “El ajonjolí de todos los moles”, su capacidad de erudición lo hacía ser imprescindible en todos los temas: Literatura, política, música, y un largo etcétera, sin embargo era un ardiente defensor de la cultura popular en especial la mexicana.

La Imagen Ambiental de su hogar era una extensión de si mismo; libros, por todos lados, juguetes populares y una larga familia de gatos como mascotas; y resulta el gato incluso un elemento semiótico de Monsí; felino considerado sagrado para algunas civilizaciones y maléfico para otras.

Su ironía en un tono de solemnidad, hacia que sus comentarios fueran entendidos de inmediato por el público; omnipresente en todos los medios de comunicación colectiva incluso en el celuloide, como en aquella película intitulada: “Los Caifanes” en la que aparece disfrazado de Santa Claus, haciendo ironía del personaje con sabor americano frente a un nacionalismo popular cuando las barbas blancas del personaje hecho por Coca Cola son quemadas… O quizá Miguel Galván haciendo una imitación de él como “Monchivais”, lo cierto es que le pregunte:

-¿Qué piensa usted maestro de que un cómico como Miguel Galván lo imite?

A lo que respondió con su singular estilo

-A mi me gustaría saber que piensa Miguel Galván de que yo lo imito a él-

Lo conocí en Radio ABC, ambos hacíamos capsulas para dicha emisora, yo de Mitología y él de crónicas de la Ciudad de México, siempre nos llevamos bien, intercambiamos puntos de vista y siempre estaba dispuesto a ayudar y dar su punto de vista sobre cualquier tema”

Iván Portela, Poeta

“Lo conocí desde la primaria, fuimos compañeros de trabajo y amigos, esa amistad perduró por siempre, en mis revistas siempre tuvo un espacio”

James R Fortson, Editor, productor y conductor de Televisión y escritor.

Defensor de minorías étnicas, sexuales, religiosas, políticas, de las causas populares; siempre con los débiles en vez de estar con los poderosos, ese será siempre Carlos Monsivais, un símbolo de la Ciudad de México.

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