LOS NIÑOS HERÓES Y EL BATALLÓN DE SAN PATRICIO

Niños heróes de Chapultepec y Monumento en honor al Batallón de San Patricio en Puebla (esta última cortesía del Dr. José María Sánchez Reche, Rector del Universitario Irlandés y Precursor de la memoria al Batallón Irlándés de México.

Se cumplen 160 años de la trágica y triste intervención Norteamericana, que fue un momento doloroso, pues México perdió mas de la mitad de su territorio, esta situación sin embargo fue la génesis para que surgiera mas tarde un Benito Juárez en la presidencia y que además la intervención francesa y el efímero imperio de Maximiliano aderezara la nacionalidad mexicana.

El uso de símbolos es algo inherente al ser humano; es el único animal que crea símbolos, ritos y protocolos. Los símbolos son la representación de un objeto que se encuentra ausente o bien de manera abstracta y que es compartido por un colectivo. En el caso de los escudos, heráldicas, banderas, insignias, etc. Son precisamente eso, representaciones de hechos, situaciones, personas que están ausentes o que son abstractos.

A la Imagología, no le importa si un hecho existió o no, simplemente todo el simbolismo que contiene; así por ejemplo se ha dicho que los niños héroes no existieron, otros mas se aventuran a decir que “ni eran niños, ni eran héroes”, que es un mito meramente inútil en tiempos del “Libre comercio” (“¿Qué dirán nuestros socios?” aunque algunos rápidamente contestan “Los ofendidos somos nosotros los mexicanos no ellos (los estadounidenses)”)

Pues bien, si existieron o no, los niños héroes simbolizan al heróico Colegio Militar, cuyo principal objetivo es formar a las futuras generaciones de militares, de personas que en su conjunto constituyen una de las pocas instituciones con credibilidad ante los ojos de la gente: “El ejército Mexicano”, la historia de los niños héroes esta bien estructurada acorde a la dramatización de la realidad; un conjunto de cadetes que deciden quedarse bajo su propio riesgo y voluntad en el Castillo de Chapultepec, que entonces era la sede de su “Alma Mater”, la manera en como se cuentan los hechos llega a la parte emocional de quien escucha la historia (“La mente es emocional y responde en base a emociones” reza uno de los trece axiomas de la imagen”), la historia que mas emociona a quien la escucha es la del cadete que prefiere tirarse al aire con su bandera antes que verla mancillada por el invasor, ¿Verdad? ¿Mentira? Eso no importa, por que finalmente la historia tiene un propósito; que los miembros del heroico colegio militar se identifiquen con esos niños y los egresados sentirse orgullosos de ser parte de su Colegio.

Ahora bien, ¿Por qué niños si ya eran adolescentes? Pues resulta que el concepto de adolescencia surge en el contexto de la post guerra mundial; esa nueva generación de “Baby boomers” que bailan rock and roll, comen su hamburguesa y pasean a bordo de su Ford Thunderbird con su chica, es un concepto meramente occidental norteamericano, pues el adolescente como tal no existía en muchas culturas, por lo general en México se le llamaba niño a todo aquel varón soltero y no había distingo entre la niñez y la adolescencia.

En el Calendario cívico mexicano, Septiembre combina perfectamente dos eventos; La Independencia y la Intervención Estadounidense, el Magno desfile militar del 16 de Septiembre es la cumbre de dichas conmemoraciones, y el 13 de septiembre es la fecha que conmemora no a un grupo de jóvenes sean o no niños, sean o no reales lo importante es lo que simbolizan; son arquetipos de cada uno de los jóvenes que año con año sienten el llamado a cursar la carrera de las armas, de servir a la Patria.

De los San patricios (como siempre digo yo al hablar de este y otro de los muchos temas celtas en México, “Saco a pasear al Olvera-Kane que vive en mi"), ya he escrito demasiado, he dado conferencias y he sido participe de ceremonias cívicas tanto en el D.F. como en Puebla y en Hidalgo, he participado en programas de Radio y TV y he compartido esos espacios con especialistas tanto nacionales como extranjeros; recientemente un libro de texto para enseñanza secundaria en los EE UU ha publicado una foto de mi autoría sobre el tema y en mi blog de temas celtas en América latina:

http://domhan-ceilteach.blogspot.com/

el lector podrá encontrar información profunda, además en el presente blog en los meses de Marzo y Septiembre.

Los San Patricios simbolizan al extranjero que se asimila a México, sin importar su origen nacional, a diferencia del “Gachupin” (termino despectivo que significa ‘cabeza hueca’ y sirve para denotar al inmigrante ignorante, que siente que viene a “evangelizar” y minimizar a los naturales en contra pocisión al emigrado que viene en "Buena onda" y se asimila y aporta su cultura a la nueva), estos soldados (la mitad de ellos desertores del ejercito de EE UU, el resto avecindados en México y que desde un principio escogieron a México como país adoptivo sin pisar suelo Estadounidense) dan todo por México, incluso su propia vida. Los desertores del ejército de EE UU son muertos de la forma mas cruel y sanguinaria. Los san Patricios son irlandeses en un 80% pero tambien hubo de otros paises como Alemania, Escocia, Inglaterra, Polonia y fue la Guerra en la que EE UU sufrió la mas grande deserción; se calcula en 9 mil.

Hace años iba volando de Viena, Austria con destino a Odessa,Ucrania (ex URSS) encontré a un grupo de seis irlandeses en el vuelo, al hacer fila antes de pasar la migración me vieron un “Shamrock” que llevo en el cuello y de ahí comenzó la platica, la historia del Batallón de San Patricio les conmovió y fue una empatía que vivimos por unos instantes en lo que la larga fila y la burocracia del “Proletariado” nos tenían varados en el Aeropuerto de Odessa.

Es una emoción estar en la Plaza San Jacinto en San Ángel cada 12 de septiembre, lo mismo en Puebla el mismo día, y rendir homenaje a estos soldados que se volvieron mexicanos por propia voluntad, escuchar el himno nacional mexicano y de la República de Irlanda en su honor y el deposito de una ofrenda floral por parte de autoridades civiles, militares así como del Embajador de Irlanda en México ante la Placa que tiene grabados los nombres de los ahorcados en dicha Plaza.

México tiene una historia singular, una historia que llega al corazón de propios y extraños, sobre todo tiene hombres que simbolizan a aquellos héroes anónimos, a cada uno de nosotros y que somos México. ¡VIVA MÉXICO!