12/10/2006

SANTO, SANTO, SANTO... ¡SANTO ES EL SEÑOR!


Hace poco tiempo, mientras charlaba con un amigo de origen peruano, surgió una pregunta por parte de él, que me pareció interesante y que se sincroniza con algunas inquietudes personales de días recientes:

¿Por qué el Santo es muy popular?

Mi respuesta fue:

Ni nosotros en México lo sabemos.

Y es que este amigo del Sur del Continente, me da argumentos que yo antes había analizado; Hubo mejores luchadores, no aportó una técnica, su paso por los encordados fue al principio mediocre, al adoptar el personaje del Santo le costo trabajo adueñarse del favor del público, pero el Santo tenía algo, ese algo que no se puede llegar a definir, pues como actor resulto ser malo, sus películas si somos honestos son chafas, salvo 2 ó 3 que salvan el genero de “Cine de luchadores”, pero “El Profe” (así lo apodaban sus colegas), llego a trascender mas allá de México, a lugares tan lejanos como Japón, Turquía o el Líbano (en este país de Medio Oriente incluso existe un Cine con su nombre y una estatua efigie del plateado) , sus películas son buscadas en Europa como manifestaciones del Cine surrealista y hay el anécdota de que allá en el viejo Continente se pensaba que el Santo era un personaje inventado al estilo de los Comics Estadounidenses, y se llevaron una gran sorpresa al enterarse que era un personaje de carne y hueso que luchaba en las arenas y actuaba en el cine.

¿Qué hubiera sido de Rodolfo Guzmán Huerta sin el equipo plateado? ¿Hubiera alcanzado esa trascendencia sin su mascara y su capa?

El Santo era originario de Tulancingo, Hidalgo y empezó luchando desde temprana edad adoptando varios alter egos, como “El Hombre Rojo”, “Murciélago Enmascarado”, hasta finalmente adoptar el personaje que le dio fama “El Santo”. Un elemento simbólico de la lucha libre mexicana es la máscara; utilizado como instrumento mágico- religioso que viene desde el pasado prehispánico, y que los antiguos utilizaban para enterrar a sus muertos, simbólicamente la Mascara además de crear incógnita, simboliza poder, protección, como dato curioso el primer luchador enmascarado en el pancracio mexicano fue un irlandés de origen: "Ciclón McKey", que debutó como “la Maravilla Enmascarada”, a partir de ahí varios mexicanos adoptaron el anonimato tras la capucha.

La Lucha Libre mexicana, como todo deporte juega con símbolos, y en el Ring se representa la lucha entre el bien y el mal, entre rudos y técnicos, y son los rudos el bando de los odiados, mientras los técnicos son los amados, los que actúan de forma correcta, el réferi muchas veces se pone a favor de los rudos y recibe todo tipo de recordatorios a su progenitora, en este simbolismo los aficionados toman parte del juego gritando y emocionándose, habiendo interacción entre el público y los luchadores en la Palestra, en algunos casos, los gladiadores responden a los aficionados, en otros el público es cómplice del luchador, es algo que combina el ambiente de las extintas carpas. En la Arena se vive todo un juego de emociones.

El Santo comenzó su carrera en el bando de los rudos, siendo un villano desalmado, pero poco a poco fue ganándose el cariño del aficionado, entonces oportunamente cambia de estilo y se pasa al bando técnico, este paso a los técnicos se ve reforzado con su aparición en comics o historietas que lo presentaban como un súper héroe, es la primera vez en el Mundo que se elabora una historieta basada en un personaje de la vida real, a fines de los 50’s comienza su carrera cinematográfica, que solo es superada en éxito taquillero por Pedro Infante y Cantinflas.

El lema del Santo fue “Todo menos la mascara”, y gano campeonatos y los perdió, pero desmeleno y quito mascaras a infinidad de rivales, ya que podía perder todo menos “la tapa” creando así el mito del Santo como luchador invencible, como luchador fuerte y poderoso. Pero este mito se ve reforzado por las películas y por el Comic, este último llego a editarse hasta dos veces a la semana por su demanda que tenía en el Mercado, llegando a pensarse en lanzarlo en EE UU, en inglés, proyecto que no se concreto.

El Santo no fue un luchador excepcional; la llave “de a caballo” que era su rubrica en el Ring no era creación propia; sino de su socio en la lucha de relevos: Gory Guerrero, lo mismo las “patadas voladoras”, no hizo escuela como luchador, pero el manejo de su Imagen Pública ayudo a reforzar su esencia; el Santo era requerido por políticos para hacer acto de presencia en sus campañas, por ejemplo se dice que el Lic. Adolfo Díaz Ordaz le pidió asistir a algunos mítines de su campaña presidencial y eso hacia que la gente lo siguiera, el Santo llego a constituirse en fenómeno social, tan es así, que la Universidad Autónoma de Hidalgo ha erigido un monumento en la Ciudad de Tulancingo en su honor.

En su última aparición televisiva, mostró la mitad de su rostro, esto fue en el programa del Lic. Jacobo Zabludovsky “Contra punto”, una semana después fallece, esto fue el 5 de Febrero de 1984, para ese entonces el Santo ya llevaba 2 años de retiro de la Lucha Libre y sólo se dedicaba a hacer actos de magia y escapismo en el Teatro Blanquita.

Rodolfo Guzmán Huerta, mejor conocido como “El Santo” es un icono de la cultura popular mexicana y además un mexicano que ha trascendido más allá de las fronteras de México, su imagen es aún sólida, la pregunta sigue en el aire ¿Por qué sigue siendo famoso?

1 comentario:

Frannie dijo...

En un número del cómic del Santo, El santo moría en un choque pero la Virgen de Guadalupe lo resucitaba para que siguiera haciendo el bien. Y no hay que olvidar a su gran rival Blue Demon!