9/09/2008

NEBRA: Historia de los lectores de astros.Arturo Ortega Blake


Por más de cien años antropólogos, historiadores y arqueólogos de todo el mundo buscaron afanosamente un disco de oro y bronce de más de cuatro mil años de antigüedad. Sabían que era la más antigua representación del cosmos, y que había sido hallado en el centro de Europa. A mediados de los noventa del siglo pasado, instituciones como el Museo de Historia de Berlín, la Universidad de Rohr, Nacional Geographic y el Museo Estatal de Hanlle, coordinaron esfuerzos para rescatar esa enigmática pieza de manos de traficantes de arte. La primera ocasión que los estudiosos estuvieron frente al disco fue en enero de 2004 en Basilea, Suiza. Esos minutos frente a la reliquia fueron suficientes para que los científicos quedaran embelesados por la belleza y sobre todo el significado del mismo: la interpretación más remota del cosmos. Dedicaron recursos y tiempo a recuperar la más importante representación del cielo en los albores del Neolítico y la edad de bronce.

Dos asesinatos, primero el del doctor Pierre Broux en Nueva York y posteriormente el de Brian McBride justificaron para la Asociación Internacional de Museos, la creación del Catalogo Internacional de Arte. Ambos homicidios ocurren en el Hospital de Nueva York y en el turno de la doctora Elena Gardelli a quien le secuestran a su primogénito Arthur para que les entregue la dirección que supuestamente traía Pierre Broux. La elaboración del Catalogo Internacional despertó el interés de los traficantes de arte por apoderarse de las piezas originales. El Museo Metropolitano de Nueva York acredita a la doctora Margaret Griffin para que proteja las primeras obras del Catalogo de la banda.

Mientras esto ocurre, otra historia se desarrolla en la novela, la de los hombres de la edad de bronce que forjaron el disco cuatro mil años atrás. Karlw, el protagonista convence a Warj, el lector de astros de Trimher a viajar a Nebra, aldea asentada en el círculo de Goseck, un observatorio astronómico que actualmente tiene una antigüedad de siete mil años.

En tiempos presentes y para continuar con el aseguramiento de piezas del Catalogo, la arqueóloga Margaret Griffin y la doctora Elena Gardelli logran rescatar a Arthur y viajan a Turquía en dónde buscan asegurar la cuarta pieza: el Tratado de Kadesch cuyo original se encuentra en Estambul y simboliza el más remoto tratado de paz en el mundo. Ahí las dos mujeres se ven inmersas en el seno de la organización criminal. Después de un enfrentamiento con la policía alcanzan a salir ilesas. Posteriormente viajan a España para proteger la cuarta pieza de la lista: el más antiguo bastón de mando y que fue encontrado en las cuevas de Pendo, su importancia radica en representar el cambio de autoridad en los pueblos del Neolítico.

En tanto, en la edad de bronce el grupo de aventureros es conducido por Karlw hasta Nebra. Warj, el lector de astros les enseña a interpretar los cambios en el cielo y entusiasmado por ser escuchado los convence a viajar a la gran isla, en donde existen monolitos dedicados a los astros y venerados por los lectores del cielo nocturno. Wingrid, la joven poseedora de un amuleto, lo usa para comunicarse con Arthur, el hijo de Elena Gardelli y le envía las vivencias y sucesos por los que atraviesan los exploradores cuatro mil años atrás. Arthur, confuso por captar los sentimientos y experiencias de los forjadores del disco, se propone ayudar a su madre y a la doctora Lucile Griffin en el rescate y aseguramiento de la pieza número dos del Catalogo: la Paleta de Narmer con una antigüedad mayor a los cinco mil años. Esta reliquia representó la unión del alto y bajo Egipto. Para protegerla deben viajar a el Cairo.

Mientras, el puñado de aventureros de la edad de bronce se preparan a viajar a la gran isla, Wingrid usa su amuleto para contactar a Arthur a miles de años en el futuro y lo motiva a buscar y proteger el disco del cielo que el Catalogo señala como la primera pieza clasificada por la Asociación Internacional de Museos y que celosamente transporta Warj.

Elena Gardielli, su hijo Arthur y Lucile Griffin viajan al Monasterio de Santa Catalina en el Sinaí para recuperar el disco de Nebra. Las dos mujeres y Arthur saben que probablemente enfrenten a la banda de traficantes ya que es la pieza más codiciada.

Cuatro mil años atrás, los forjadores del disco de Nebra, construyen una balsa para cruzar el temido Atlántico y llegar a la gran isla. El temor a caer en un abismo oceánico o enfrentar serpientes descomunales, no detiene su interés por intercambiar información con otros sabios lectores de esa región, hoy conocida como Stonehedge. Sortean enormes peligros en tanto Wingrid le trasmite a Arthur la necesidad de salvar el disco. Todo confluye en un final más que sorprendente.

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